Matías había aprendido la lección, y prometió al hada que su libro estaría lleno de letras doradas al año siguiente. Juan aseguró que intentaría mejorar más. El hada se despidió muy contenta de ellos con un ¡Feliz año nuevo! Más cuentos de Navidad de distintas nacionalidades para niños
Según esa creencia el tiempo nace y envejece. Se encarna cada año y vive bajo el nombre que le damos. El 31 de diciembre coinciden por un segundo la personalización del año nuevo, como un niño, y del viejo, que ya se ha convertido en un anciano. Cuando se cruzan, el año que acaba sólo tiene un momento para aconsejar al pequeño que llega.